El día que Teodoro Roosevelt intentó sobornar a Eusebio A. Morales

El presidente Teodoro Roosevelt entró en pánico cuando el Dr. Eusebio A. Morales abrió fuego contra su gobierno a través de los periódicos de Nueva York

‘Ningún funcionario de mi gobierno participó, incitó o animó la revolución en el Istmo de Panamá’, juró el presidente Teodoro Roosevelt en enero de 1904, ante el Congreso de Estados Unidos.

‘Ningún funcionario de mi gobierno tenía conocimiento especial de la revolución que se gestaba, excepto porque era previsible para cualquier persona de inteligencia ordinaria que leyera los periódicos y se mantuviera al día con las noticias’, continuaba Roosevelt, defendiéndose de quienes lo acusaban del «desmembramiento de un país suramericano».

Para él, la sugerencia de que había sobornado e interferido en asuntos extranjeros no solo resultaba incómoda, sino peligrosa en momentos en que todavía no se había proclamado oficialmente su candidatura a la Presidencia de Estados Unidos para las elecciones de noviembre de ese año.

20150805_110304Serían los primeros comicios en los que correría como candidato presidencial, pues si en 1901 había llegado a la Casa Blanca, fue solo tras el asesinato del presidente electo William McKinley, del que era vicepresidente.

Durante ese primer periodo, Roosevelt había gozado de altos índices de popularidad, pero ahora que participaba en un proceso electoral por cuenta propia, las críticas sobre su actuación en Panamá ponían de relieve su carácter ‘abusivo, viceral y pendenciero’.

TEMORES

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Eusebio A. Morales

Si en un principio Roosevelt tenía temor de que se conocieran ciertos hechos que él negaba, ‘entró en pánico cuando el doctor Eusebio A. Morales (…) abrió fuego a través de los periódicos de Nueva York’, recogen los testimonios vertidos durante las Audiencias de la Resolución Rainey, en 1913, ante el Congreso de Estados Unidos, publicados posteriormente en un volumen de 700 páginas titulado «The Story of Panamá«.

Morales, jurista, prócer e ideólogo de la separación de Colombia, había llamado la atención de la opinión pública estadounidense a través de una serie de artículos publicados entre los meses de junio y septiembre de 1904, sobre el tratado Hay-Bunau Varilla.

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En octubre, estaba por enviar el último de ellos, ‘El Tratado del Canal de Panamá, su historia e interpretación’, solicitado por la revista North American Review , cuando fue contactado por dos personas que se identificaron como representantes de Cornelius N. Bliss, tesorero de la campaña de Roosevelt, y su jefe, George Bruce Cortelyou, presidente del partido.

‘Su artículo puede hacer que Roosevelt sea derrotado en las elecciones de noviembre«, le dijeron. ‘Estamos autorizados para hacerle un reembolso… a cambio de los daños que pueda ocasionarle no publicarlo’, reseña la publicación.

Probablemente Morales estuvo dispuesto a negociar, probablemente ese era el objetivo final de sus artículos.  Pero para él, no se trataba de dinero.

LA TARIFA DINGLEY

Durante los primeros meses después de la separación de Colombia, los cambios en Panamá se habían sucedido  a ritmo frenético: el 4 de mayo, los estadounidenses tomaban control de las obras del canal interoceánico. El 15 de junio se establecieron los límites entre Panamá y Colón con la Zona del Canal.

El 20 de junio se firmaba el convenio por el que se adoptaba el patrón oro del dólar estadounidense (bajo la denominación de balboa) , que comprometía a Panamá a recoger toda moneda de plata colombiana que aún circulaba en la República.

No todo era positivo. Desde un principio, los norteamericanos empezaron a hacer gala de posturas caprichosas e imposiciones. Querían, por ejemplo, dictar la eliminación del ejército.

Pero lo peor eran las interpretaciones unilaterales e interesadas del tratado del Canal. El 24 de junio de 1904, el secretario de Guerra William H. Taft, emitió una orden ejecutiva que abría la Zona del Canal al comercio mundial.

Además, establecía oficinas de correo con sello estadounidense y aplicaba medidas económicas fiscales como el cobro de impuestos por importación usando la Tarifa Dingley, como recogía La Estrella de Panamá en julio y agosto de ese año.

Esta medida asumía que la Zona del Canal era territorio estadounidense e imponía aranceles que promediaban 52% sobre el valor de las importaciones provenientes de cualquier país extranjero, incluyendo a Panamá.

Los panameños estaban furiosos. De acuerdo con la interpretación local del Tratado Hay-Buneau Varilla, este cedía la zona canalera solamente para los fines estipulados en el artículo III del tratado, pero conservaba los derechos soberanos para los beneficios económicos y fiscales del área.

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Tomas Arias, ministro de Relaciones Exteriores

El 11 de agosto, el ministro de Relaciones Exteriores, Tomás Arias, y el embajador en Washington, José Domingo de Obaldía presentaban la primera protesta formal de la historia republicana contra los abusos de los estadounidenses.

Pero como respuesta, el secretario de Estado, John Hay, le comunicó a De Obaldía que la soberanía de la República sobre la Zona equivalía a un «cetro sin valor», relatan los historiadores Patricia Pizzurno y Celestino Araúz.

Se resquebrajaba el sueño de una eterna ‘luna de miel’ con Estados Unidos, con el trasfondo de un canal generando constantes riquezas para los panameños.

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José Domingo de Obaldía

Al parecer, no había nada que pudiera disuadir a Washington de aplicar la ley de la Tarifa Dingley. Excepto los artículos periodísticos de Eusebio A. Morales.

RESPONDE MORALES

‘Yo no necesito que me reembolsen ningún dinero. Solo he escrito ese artículo (para el North American Review) para defender los intereses de mi país’, le comunicó Morales a los resentantes de la campaña de Roosevelt, según su testimonio, recogido en The Story of Panama .

De no ser necesario para Panamá no lo publicaría, continuó el abogado de origen colombiano, que para entonces también había recibido la misma solicitud del embajador de Panamá en Washington.

El 19 de octubre de 1904, en Washington, el presidente Roosevelt declaraba que ‘no tenía la menor intención de implantar una colonia en medio del territorio panameño’ y daba órdenes a su ministro de Guerra, William Taft, de viajar al istmo de Panamá y establecer un acuerdo satisfactorio para este país.

Ese mismo día, Morales, escribía una nota al editor de la revista para excusarse de no publicar el texto.

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William Taft, secretario de Guerra de Estados Unidos

En diciembre de ese año se concertaba el denominado Convenio Taft entre Estados Unidos y Panamá, un acuerdo comercial que salvaguardaba los intereses de los comerciantes nacionales y que se mantuvo vigente hasta 1924.

El convenio acordaba que la Zona del Canal no quedaría abierta al comercio mundial.

Además, revocaba la aplicación de la Tarifa Dingley: Panamá podía ‘exportar’ libremente artículos y mercancías y los panameños tenían libre acceso al territorio canalero.

Para efectos de la correspondencia, se usarían estampillas panameñas con resello del gobierno de la Zona del Canal.

El gobierno panameño aceptó el Convenio a través del Decreto No. 182 de 1904. Sin embargo, fue solo una solución transitoria, que no tocaba la raíz del problema.

El incidente de la Tarifa Dingley sirvió para alertar a los panameños de los peligros que se cernían en relación al Tratado del Canal, que no solo limitaba los beneficios económicos a niveles irrisorios, sino que imponía al país una verdadera colonia en el corazón de su territorio.

Encuesta:

¿Dijo la verdad sobre Panamá Teodoro Roosevelt durante su comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos en enero de 1904?grafica

Lecturas recomendadas

The Story of Panama, pdf