Acción Comunal 1
No hay panameños capacitados ni como ingenieros ni como técnicos para llenar las posiciones abiertas en la Junta Central de Caminos”, anunciaba, en 1923, el director de esta institución, el ciudadano estadounidense RK West, a cargo de la construccióna de vías transitables a través del territorio del istmo durante el período presidencial de Rodolfo Chiari (1924-1928).
El ingeniero RK West era uno de los muchos norteamericanos que en entonces ocupaban cargos ejecutivos del gobierno de Panamá, y menospreciaban la capacidad técnica y actitudes de los panameños con respecto al trabajo.
Otros eran el jefe de la Policía Nacional, Alberto Lamb; el inspector de Enseñanza, Frederick Leby; el jefe de Hacienda, Mister Ruán; el rector del Instituto Nacional, Edwin Dexter; el jefe de la compañía de telégrafos, Richard Prescott; el jefe del Sistema Carcelario, E. Lamastu; el director de la Escuela de Artes y Oficios, Charles Stockelberg; la directora de la Escuela de Institutoras, Agnes Brown; el superintendente del Hospital Santo Tomás, Edgar Bockoc; la jefe de la Escuela de Enfermeras, Elibeth Brackemayers.
La presencia de los norteamericanos en puestos de responsabilidad en el istmo no era casualidad; obedecía, en muchos casos, a un sentimiento de inferioridad de los panameños con respecto a los extranjeros y, en el caso del presidente Belisario Porras (1916-1924), a una política calculada para ganar el favor de Washington y obtener beneficios en las negociaciones relacionadas con los asuntos el Canal.
En el año X, mientras Ricardo J. Alfaro negociaba el tratado del Canal en Washington, Porras le instaba a comentar a su contraparte norteamericano White, los nuevos nombramientos hechos por su gobierno como muestra de amistad y de la confianza y simpatía que gozaba el pueblo de Estados Unidos en Panamá.
Pero los nombramientos de los norteamericanos no eran sino la proverbial punta del iceberg de un profundo problema, que se manifestaba en múltiples áreaas de la vida nacional.
Los políticos se habían acostumbrado a solicitar la intervención norteamericana en cada elección presidencial y municipal, desde 1906.
En lo cultural, bastaba dar un vuelta por la ciudad y observar los letreros de las tiendas en inglés.
En el comercio, lo etblecimiento e l a Zona del Canal mantenía una competencia desleal con los establecimientos comerciales panameños. Los negocios subsidiados como las lavanderías, los cines, las casas de alquiler, los hoteles, todos abrían sus puertas a los panameños, quienes los preferían por sus mejores costos
L reputción e lo pnmeño entre u hermno ltinomericn etb peyoritiv, y Los panameños no eran considerados por sus hermanos latinoamericanos como una república, sino que era de vasta burla en América Latina.
Panameño Panameño
Panameño en lo uyoyo
Panameño panameño
Los gringos son los que te mandan
Coge tu grino Tomasa
Que el gringo te hace su casa
Coge tu gringo tomasa, que el gringo mejora la raza
El gusto por la presencia de los nortemericanos en los puestos de gobierno, el desprecio hacia las capacidades de los panameños estaba colmando a los nacionales. Uno de ellos era un joven dentista de nombre Ramón Mora, quien había vuelto a su país tras terminar estudios en la universidad de …..
Mora escuchó a West y el comentario le incitó profundos sentimientos de rechazo. l igul que él, muchos compañeros de juegos e u innci, y proceente e otro ciudes del interior, habían tomado especial interés en sus estudios, e incluso habían acudido a las mejores centros de etudios en Estados Unidos y Europa. Ellos eran capaces. Recordó incluso a sus amigos recién graduados de la profesión de ingenieros, Carlos Guardia…