La formación académica y la profesión moldean la forma de pensar y el proceso de toma de decisiones. Los récords históricos podrían señalar qué profesión produce mejores líderes nacionales
«Estudia el pasado si quieres definir el futuro», decía el pensador chino Confucio.
En el caso de Panamá, si tomáramos los patrones de 115 años de vida republicana para pronosticar los resultados de la campaña presidencial que se avecina, tendríamos que concluir que el próximo presidente será un abogado nacido en la ciudad capital, procedente de una familia de clase media-alta y egresado de una universidad estadounidense.
Los récords históricos favorecen estas tendencias. Entre 1903 y 2018, cuarenta y cuatro panameños fueron distinguidos con el título de «presidente de la República». Trece de ellos fueron abogados y veintinueve nacieron en la provincia de Panamá.
La mayoría provenía de familias de clase media/alta relacionadas a los grupos tradicionales de poder.
Solo algunos outsiders, provenientes de pequeños pueblos del interior y familias de pocos recursos pudieron abrirse paso hasta alcanzar la posición de mayor honor y prestigio en la República. Entre ellos, Harmodio Arias, Rodolfo Chiari, Belisario Porras, Aristides Royo y Francisco Rodríguez.
En la mayoría de los casos, llegaron a la Presidencia con una formación académica importante. Además de 13 abogados, 8 fueron empresarios, 7 economistas, 7 ingenieros, 5 médicos, 2 políticos, 1 militar y 1 decoradora de interiores. Solo tres de los 44 presidentes carecieron de estudios universitarios (Enrique A. Jiménez, Ricardo Adolfo de la Guardia y Rodolfo Chiari).
¿Cuáles fueron más exitosos? Probablemente los abogados. (Ver tabla interactiva Presidentes de Panamá)

Descartando a quienes llegaron a la Presidencia como «designados», vicepresidentes o sustitutos temporales, y aquellos que no concluyeron su mandato, nos aventuramos a nombrar como «mejores presidentes» a Belisario Porras (1912-1916, 1918-1920 y 1920-1924), Harmodio Arias (1932-1936), Enrique A. Jimenez (1945-1948), Guillermo Endara (1989-1994) y Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) (ver recuadro).
De estos cinco jefes del Ejecutivo, tres fueron abogados (Belisario Porras, Harmodio Arias y Guillermo Endara). Enrique A. Jiménez no hizo estudios universitarios, pero desde muy joven trabajó como secretario privado de Belisario Porras, por lo que pudo haber aprendido a pensar como uno.
Como políticos, los abogados tienen varias ventajas: conocen y entienden las instituciones del Estado y las relaciones entre ellas; están entrenados para hacer análisis, resolver conflictos de forma práctica, involucrando posiciones antagónicas. Generalmente tienen facilidad de expresión y de persuación.
Por otra parte, los economistas como Pérez Balladares, están entrenados para investigar las necesidades de la población y buscar recursos para suplirlas; saben predecir el desarrollo económico sobre abstracciones y tomar decisiones para favorecerlo. En el caso de Pérez Balladares, supo utilizar estas capacidades para sentar las bases de una economía más competitiva.
EMPRESARIOS
¿Qué decir de los hombres de negocio? Acostumbrados a tomar decisiones, imponer su criterio, ser obedecidos, muchos se animan a participar en la vida pública con un genuino interés de llevar energía e innovación a la anquilosada burocracia estatal.
Pero los empresarios no han sido sobresalientes en este empeño . Pedro Diaz (1918), Alcibiades Arosemena (1951-1952) y Ricardo Arias ocuparon la presidencia por breve tiempo, en su carácter de «designados».
Los gobiernos de Rodolfo Chiari (1924-1928), y Ricardo Martinelli (2009-2014) estuvieron plagados de escándalos de corrupción. Sus obras, importantes en el caso de Martinelli, fueron opacadas por el constante irrespeto a la ley y los excesos.

Eric del Valle (1985-1988), ligado a lucrativas empresas familiares como el Ingenio Santa Rosa, entró al Palacio de las Garzas en circunstancias vergonzosas, agachando la cabeza ante la autoridad del general Manuel Noriega y las acusaciones que se le hacían a este por el asesinato de Hugo Spadafora. Se mantuvo en el puesto durante 2 años y 5 meses en medio del caos y el irrespeto a los derechos humanos.
Roberto Chiari (1960-1964) heredero del complejo industrial de su padre, pasó a la historia por su comportamiento digno al romper relaciones con Estados Unidos, el 9 de enero de 1964. A él, como a Ernesto de la Guardia (1956-1960), ex gerente de la Cervecería Nacional, se les reconoce su auténtico deseo de aliviar las necesidades de su pueblo, pero los problemas políticos y económicos de su tiempo los sobrepasaron.
¿SON LOS INGENIEROS ´NAIVE´?
Los ingenieros, concentrados en resolver problemas técnicos, tampoco tienen el mejor récord. Podríamos decir que entre los 7 ingenieros solo pudieron cumplieron su misión Ernesto T. Lefevre, durante 10 meses de gobierno interino, y Demetrio Lakas, que se mantuvo ocho años. En ambos casos, estuvieron bajo la sombra de sus protectores, Belisario Porras y Omar Torrijos.
Otro ingeniero, Florencio Harmodio Arosemena (1928-1931), elegido por el voto popular, fue la primera víctima de un golpe de estado en el país, después de dos años y dos meses de gobierno.
Ernesto Jaén Guardia (1941) solo fue presidente por un par de horas.
José Ramón Guizado (1955), vicepresidente de José Remón Cantera, fue acusado falsamente de tramar su asesinato, por lo que fue apresado a menos de dos meses de su toma de posesión. Ninguno de estos ingenieros era considerado «político».
MEDICO Y POLÍTICO
En cuanto a la Medicina, se trata de una profesión de mucho prestigio. Solo graduarse es una proeza. Los médicos curan enfermedades, alivian dolores y salvan vidas, convirtiéndose en centro de adoración y reverencia de sus pacientes y familias.
Los médicos están acostumbrados a tomar de decisiones basadas en la data científica. Muchos desarrollan un sentimiento de infabilidad o superioridad que los mueve a incursionar en la política, pero su proceso de toma de decisiones los puede llevar a despreciar factores no lógicos, pero típicamente humanos.
De los cinco presidentes médicos que ha tenido el país, solo uno terminó su periodo de cuatro años, Manuel Amador Guerrero (1904-1908) – quien tenía 70 al acceder a esta posición y había dedicado más tiempo a las intrigas políticas que a la medicina-.
Otros médicos presidentes como Ciro Urriola (1918), Arnulfo Arias (1941,1951 y 1968), Daniel Chanis (1949, fueron derrocados a menos de un año de acceder a la Presidencia precisamente por tomar decisiones radicales y arriesgadas desde un punto de vista político. En el caso de Arias, ello sucedió tres veces en su larga carrera política.
MANTENERSE EN EL CARGO
Por el contrario, a Ricardo Adolfo de la Guardia (1941-1945) le sobró la astucia para mantenerse en el cargo. No hizo estudios universitarios, nunca fue elegido ni presidente ni «designado», pero aun así logró maniobrar la caída de su jefe Arnulfo Arias, sobrepasar a los tres legítimos sucesores a los que correspondía el cargo y gobernar el país durante tres años y medio, en un periodo de prosperidad económica sin precedentes. ¿El precio? Ceder a todas las demandas de Estados Unidos durante el periodo de la guerra, algo que Arias no quiso hacer.
Como vemos, se trata de una paradoja: la ambición de poder conduce a algunos políticos a aceptar situaciones moralmente imposibles, pero sin esa «laxitud ética» no se pueden realizar obras.
En el duro campo de la política criolla, solo 15 panameños han ejercido el cargo presidencial durante 4 años o más.
Si hubiésemos tenido un presidente cada cuatro años (periodo estándar para un mandato), habríamos tenido 29 ejecutivos, pero la realidad es que han sido más de 44, es decir, un mínimo de 2.61 presidentes por año.
En los primeros 86 años de vida nacional la tasa fue de un presidente cada dos años.
Pero entre 1908 y 1912, subió a un presidente por año.
El período más inestable se dio entre 1916 y 1918, cuando llegamos a tener 5 presidentes, es decir 2.5 presidente por año.
Afortunadamente, desde 1989 y en parte por una vocación de respeto a los resultados de las elecciones sentada durante el gobierno de Guillermo Endara, esta inestabilidad parecer ser cosa del pasado. Endara sufrió intentos de golpe, pero fueron desarticulados y la tendencia de los últimos 29 años ha sido la de una ordenada sucesión cada cinco años.
Esperemos que se mantenga.
LOS MEJORES PRESIDENTES
BELISARIO PORRAS: sentó las bases de la organización del país en una época en que Panamá tenía grandes carencias institucionales y de infraestructura. Impulsó obras públicas, códigos, nuevas leyes, creación y reforma de organismos e instituciones y carreteras nacionales
HARMODIO ARIAS: Desarrolló un plan de trabajo para las obras públicas que impulsó la construcción de escuelas, oficinas públicas y obras sanitarias, lo que permitió dotar de alcantarillado a algunas poblaciones del interior. Gracias al tratado Arias Roosevelt Panamá dejó de ser un protectorado para convertirse en una verdadera república.
ENRIQUE A. JIMENEZ: Después del traumático periodo de guerra, la adopción de la constitución de 1941, la Constituyente de 1945 eligió presidente temporal. Desde este cargo, retomó las riendas de la institucionalidad, con dignidad y respeto a las leyes y a los valores democráticos. Bajo su gobierno, fue aprobada la Constitución de 1946 que otorgó a la mujer plenos derechos ciudadanos y el voto en condiciones de igualdad.
GUILLERMO ENDARA: Fue el primer presidente después de la mayor crisis que haya tenido el país en su vida republicana. Sentó las bases democráticas del nuevo periodo, eliminando las Fuerzas de Defensa y creando la llamada Policía Nacional. Su gobierno fue difícil y estuvo caracterizado por críticas severas, a lo que no ayudaba su estilo campechano. Sin embargo, la historia ha reconocido su importante papel en la renovación de las instituciones democráticas y la escrupulosa honradez de su gobierno.
ERNESTO PEREZ BALLADARES:Desde los inicios de su administración planteó un gobierno de “concertación nacional” a través de su plan «Políticas Públicas para el desarrollo Integral: Desarrollo Social con Eficiencia Económica”, basado en una economía competitiva y de mercado. En su momento, fue muy criticado por sus drásticas medidas «neoliberales», frías y en ocasiones hasta crueles. No obstante, logró renovar las instituciones y sentar las bases de una economía más competitiva. Le dio honorabilidad a la presidencia y su gobierno se caracterizó por tener un norte definido.
Señorita Mónica Guardia: entiendo que Rodolfo Ernesto Chiari Robles hizo estudios universitarios en Estados Unidos, en materia comercial. El el caso de LAKAS, no era ingeniero sino Fontanero (plomero aunque le decían Ingeniero). Lisímaco López y López, cédula 7-58-649 telcel +507 6685 0525 lisimacolopez@gmail.com
Señorita Mónica Guardia: Rodolfo Ernesto Chiari Robles hizo estudios universitarios en Estados Unidos en materia comercial y Jimmy Lakas era Fontanero (plomero aunque le decían Ingeniero ) Lisímaco López y López, lisimacolopez@gmail.com telcel +507 6685 0525
Las fuentes consultadas indican que Rodolfo Chiari no hizo estudios universitarios y que solo llegó hasta tercer grado de escuela primaria y que Demetrio Lakas se graduó del Texas Wesleyan College en Administración de Negocios y en el Texas Technological College como ingeniero.